Niñas y niños a partir de diversos detonantes, se vinculan con algún escenario o situación que les interpela: emociona, indigna, interesa, etc. y deciden actuar juntxs para modificar en el sentido deseado la situación o escenario de origen.

Incidir implica modificar las relaciones de fuerza y poder (poder más), las formas de comprender y habitar (negociación y cambio cultural) y las formas de relacionarnos (nuevas prácticas, significados y sentidos colectivos).

Así, a partir del detonante, ellas y ellos ponen el tema en común, formulan la incidencia deseada y la transformación que conlleva, ser organizan, gestionan el proceso, lo llevan a cabo monitoreando y adecuando lo que consideren; llegan al final del proceso y lo analizan no sólo en términos de si se logró lo deseado o no, sino qué aprendimos en el camino y cómo nos formaron las convivencias que se experimentaron.

Desde una campaña de recolección de basura en la comunidad, hasta la organización de una venta o la proyección de una película para obtener fondos para un viaje, son acciones que les permiten incidir en el escenario, saber que ellxs son actores de cambio, que organizadxs y de manera colaborativa se pueden lograr propósitos y que con éxito o con fracaso, siempre se aprende y se pueden fortalecer los lazos.

Niñas aprendiendo en grupo

Proyectos con Intención

Estos procesos siempre están mediados por una intención ética, social, académica, ambiental, etc. siempre implicará el producir aprendizajes conforme se negocia, implementa y valora, así como buscará generar entre lxs niñxs y, entre ellxs y la comunidad, un tejido social sano, activo – dinámico y corresponsable.

En Tamujé Iwigara nuestros proyectos conllevan una narrativa que expresa una postura política y ética clara: ser solidarios con determinados grupos o situaciones, denunciar alguna injusticia o daño a la sociedad y al ambiente, proponer la colaboración ante alguna problemática o reto que se relevante para la comunidad o algún grupo.